martes, 28 de octubre de 2008

Érase una vez en un pueblo de costa

En principio no me opongo a que crezca el empleo público, pero debe servir al público.

Si se aumentan plantillas será buscando más retabilidad, mejores servicios. Si crece el personal de la biblioteca pública, entonces podría servir para mantener más tiempo la misma abierta. Incluido algún domingo para llevar a las hijas a sacar algo de material para la misma tarde dominical e invernal. Propongo un horario: de 9 a 20 horas, para que la aprovechen estudiantes y trabajadoras de todo horario y condición. Sábados incluidos. y los Domingos de 9 a 13 horas. se crearía posibilidades de trabajo público, con la rotación de las plantillas y fórmulas para aumentar la oferta cultural.
Igual debería suceder con muchos servicios públicos y oficinas institucionales de todo tipo.
No caer en enchufar a algunos para vivir de gorra toda la vida. Teniendo en cuenta que puede que la gorra se esté partiendo.

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